6 días de la segunda operación de desalojo de la ZAD

Tres heridos graves, un mano amputada, varias personas heridas leves y 2 detenidas: son el resultado de las tensiones y la violencia policial ejercida durante los 6 días de la segunda  operación de desalojo de la ZAD (“Zone a Defendre”) en Notre-Dame-Des-Landes.
El martes 22 de Mayo fue la última masiva intervención militar contra los zadistas. A primeras horas de la mañana, los gendarmes llegaron con más de 50 vehículos blindados, tanques, drones, un helicóptero y casi mill agentes antidisturbios. Su misión era destruir las barricadas que cerraban las carreteras y acabar de derrumbar las casas que habían sido ya destruidas en los días anteriores, y llevarse el material para que no fuera posible su reconstrucción.

Un centenar de zadistas, apoyados por grupos solidarios provenientes de muchos lugares del continente europeo, no querían dejarles el trabajo fácil. Además de las muchas barricadas, construidas día y noche, los grupos rebeldes quisieron oponer resistencia para bloquear la avanzada de las tropas militares en las tierras ocupadas y frenar la obra de destrucción. Desde las 7 de la mañana empezaron los enfrentamiento en varios frentes de la “Zone a Defendre" y el bosque se convirtió ya en un campo de batalla. Durante 12 largas horas de tensión se lanzaron centenares de gases lacrimógenos, las granadas explotaban cada pocos minutos y los gendarmes  aparecían en cada rincón de este temporal escenario de guerra.

Al finalizar la operación militar, mientras los gendarmes habían alcanzados sus objetivos, la rabia  en el frente de resistencia de la ZAD era avivada por la detención del compañero al que se le había amputado una mano explotada por una granada y por el escenario de destrucción resultante de otra jornada de desalojo. El día siguiente, 23 de Mayo, con un comunicado desde la ZAD, afirman la intención de querer seguir con la resistencia.

Ayer, 25 de Mayo, hubo otro desalojo. Casa “Domaine" después de unas horas de resistencia pasiva viene tomada por los gendarmes. El edificio, antiguo y con valor histórico había sido desalojado y devastado por la gendarmerie la semana pasada y re-ocupado el día siguiente hasta ayer.

Fotos: Antonio Cascio del colectivo Krasnyi collective