El 25 de octubre ha quedado marcado en nuestra memoria como un recordatorio de lo que nunca debió suceder: la muerte de Elhadji en la comisaría de Policía Nacional de Iruñea, menos de una hora después de haber sido detenido de manera violenta, un caso que nos recuerda a tantos otros que no dejan de repetirse en todos los rincones del planeta, la expresión máxima de la violencia estructural sobre los cuerpos de las personas racializadas, violencia ejercida a veces, como en el caso de Elhadji, por las fuerzas y cuerpos de seguridad, que juegan su rol de poder más allá del control, más allá de la vigilancia, más allá del supuesto mantenimiento del orden y la seguridad. Violencia anclada en el Racismo Estructural, que lo alimenta y perpetúa, que nos recuerda quiénes ejercen el control y cuánto valen nuestras vidas.
Esta vez no solo recordamos la muerte de Elhadji, sino, queremos recordar que Elhadji era padre, hijo y amigo. Aún no se hace justicia por su muerte, no se ha reconocido la responsabilidad de lo sucedido ni por supuesto se ha reparado las consecuencias directas que ha tenido. Él era el único sustento de su familia, que como tantas otras familias transnacionales parece que no existan porque no viven aquí, una familia que además de tener que afrontar su pérdida sin reconocimiento alguno, ha visto cómo su situación económica ha empeorado cada vez más en estos 6 años.
Tampoco queremos olvidar los sucesivos intentos de archivo de la causa, argumentados desde la (in)suficiencia de pruebas, con informes forenses que hablaban de muerte natural, dando por correcto todo lo sucedido antes, durante y después de ese espacio de tiempo que acabó con la vida de Elhadji, avalando una actuación violenta y alimentando la opacidad y los silencios cómplices. En la actualidad la causa se encuentra ya en el Tribunal Supremo.
Han sido seis años de impunidad, en los cuales respecto a los controles por perfil racial nada ha cambiado, controles que venimos denunciando desde hace muchos años. Salimos a la calle para hacer memoria frente al silencio cómplice de estos 6 años, para recordarnos que estas calles nos pertenecen, para gritar de nuevo que tenemos derecho a vivir dignamente y para recordarnos que debemos seguir visibilizando y combatiendo la violencia estructural que nos oprime, pero sobre todo para recordarnos la necesidad de seguir tejiendo redes de apoyo, solidaridad, de denuncia y resistencia.
Desde todos los colectivos que hoy convocamos y apoyamos esta concentración queremos anunciar que próximamente, lanzaremos una campaña de solidaridad con el objetivo de hacer una recolecta de dinero para poder paliar la difícil situación en la que se encuentra la familia de Elhadji.
Africa United, Papeles y Derechos Denontzat, SOS Racismo Nafarroa
