Mientras la primera etapa estuvo marcada por la memoria del exilio y el reconocimiento a la resistencia de las personas desplazadas, tanto por la Guerra Civil española como por las políticas migratorias de la Europa Fortaleza; la segunda se caracterizó por el encuentro con colectivos y las luchas en las fronteras.
Llegando a Venaus, conectamos con compañeras de Centroamérica. Madres y hermanos de personas desaparecidas que mantienen su lucha por la justicia, verdad y reparación.
En Oulx visitamos el Albergue Fraternità Massi, un espacio de acogida de personas en tránsito, como La Pausa en Baiona que conocimos en la primera parte de esta Caravana. En 2017- 2018 empiezan a pasar por Claviere y a partir de 2020 cambia el perfil de las personas: más familias con criaturas que vienen de la ruta balcánica. En invierno la temperatura llega a -15°, sumado al control policial establecido en el monte, suman 46 muertos desde 2015, informó Piero Gorza, de On Borders. Además, existe una política sistemática de expulsión. Cada vez que pasan una frontera, valiéndose del convenio de Dublín se les “invita” a ir al país anterior. “En las expulsiones se ve la complicidad de la policía de los dos lados”, señaló la abogada de la red, Martina Cociglia.
Del lado francés, los y las activistas de Tous Migrants explicaron como profesionales y guías de montaña se han organizado para dar apoyo a las personas que intentan cruzar: han abierto cabañas, hacen expediciones buscando gente… También han organizado la acogida, primero en casas particulares y posteriormente en los dos refugios de Briançon.