Una manifestación convocada por distintos colectivos antirracistas recorrió ayer sábado, el centro de Iruñea con motivo del Día Internacional contra la Discriminación Racial.
“En una sociedad racista no basta con no ser racista, debemos ser antirracistas” este principio es el que nos mueve cada día y el que nos trae hoy aquí, como cada año, conscientes de que para acabar con el Racismo debemos desmontar este sistema de privilegios que sigue categorizándonos por nuestro origen, racialización, género y condición. Consientes también de que el poder establecido es el que sigue decidiendo quién tiene o no derechos y cómo y dónde podemos vivir.
A nivel global, el racismo se sigue materializando en políticas como las migratorias y en leyes como la de Extranjería que se basan en la creación de espacios fronterizos que van más allá de las fronteras geográficas, donde las personas son despojadas de su humanidad y sus derechos quedan en suspenso. Una Necropolítica que como señalaba el creador del concepto, Achille Mbembe exige repensarse, reconocerse y desconocerse, para construir una memoria “desde abajo” sanadora y desvictimizadora, capaz de proyectar un futuro común.
Hoy queremos señalar algunas de las expresiones del racismo que siguen presentes y arraigadas en nuestra sociedad: Hablamos de discriminación en el acceso a derechos fundamentales como la educación, la sanidad, el empleo, la vivienda o la protección social, que siguen condicionados a tiempos mínimos de residencia, a la residencia regular o al cumplimiento de requisitos que no se ajustan a la realidad social, dejando de manera sistemática a muchas personas en los márgenes.
La vivienda es sin duda uno de los problemas estructurales que más se ha agravado en este último año, a las dificultades o denegación de acceso al empadronamiento o a las ayudas económicas y la falta de vivienda, se une un aumento inasumible del precio del alquiler y suministros. Nos indigna especialmente la situación de las personas en situación de calle, fuera del Sistema de protección social. Recordamos que el próximo 31 de marzo cerrará uno de los recursos que se puso en marcha de manera improvisada y como parche, dejando a 50 personas en la calle sin alternativa. Debemos señalar al Gobierno de Navarra y a los Ayuntamientos como responsables directos de garantizar este derecho que siguen haciendo oidos sordos y mirando hacia otro lado.
El sistema de protección social sigue sin tener criterios comunes y claros de acceso, es arbitrario, discriminatorio y sigue centrado mucho más en el control que en la protección, además la normativa en la que se basan las prestaciones para cubrir las necesidades básicas siguen dejando fuera a personas y familias.
Seguimos denunciando la existencia de controles policiales racistas en nuestras calles, las citas trampa ante la Brigada de Extranjería y la colaboración entre los distintos cuerpos policiales presentes en navarra para facilitar la expulsión de las personas en situación irregular.
Este año, queremos señalar también el aumento del discurso de odio en nuestras calles, por parte de representantes públicos y medios de comunicación, que siguen vinculando el origen y la racialización de las personas con la inseguridad. En tiempos de campañas electorales nos preocupa una vez más el utilitarismo y la criminalización de ciertos colectivos, no podemos permitirnos ahondar más aún las brechas sociales y seguir alimentando el odio.
Por todo ello, volvemos a exigir la derogación de la Ley de Extranjería y la Ley Mordaza, así como el cierre definitivo de los Centros de Internamiento y retención (CIE, CETI, CATE) pues son la máxima expresión del Racismo institucional. Exigimos una revisión de todas las normativas que discriminan de manera directa o indirecta, así como un compromiso claro por parte de las Instituciones para reconocer, prevenir, detectar y reparar el racismo estructural, social e institucional. Estamos hartas de que se amparen en la falta de competencias, sabemos que todo depende de la voluntad política y por eso exigimos que se pongan en marcha medidas específicas y verificables que garanticen de una vez por todas una igualdad de todos los derechos.
Queremos invertir esta lógica discriminatoria, visibilizando y denunciando las múltiples caras y expresiones del racismo, entendiendo cómo se da la mano con el resto de opresiones, contándonos cómo nos impacta y atraviesa, creando redes de cuidado y de apoyo mutuo y organizándonos.
Esta lucha antirracista tiene protagonistas, pero necesita cómplices y aliadas, no miradas curiosas o interesadas. Necesitamos organizar la rabia y la desobediencia a este sistema injusto en el que no creemos y que no cree en nosotras.
Por ello manifestamos hoy y siempre:
¡TODOS LOS DERECHOS PARA TODAS LAS PERSONAS! GORA BORROKA ANTIRRACISTA