No a la pobreza energética.

Es noviembre, el día se acorta y las temperaturas bajan. Este fenómeno tan natural, lamentablemente, supondrá un quebranto en las economías o en la salud de las personas más vulnerables. Un 4,5% de la población en Navarra, según el informe AROPE de la Red Europea de Lucha contra la Pobreza “No puede permitirse mantener la vivienda con una temperatura adecuada” y el hecho de que Navarra tenga la tasa más baja del Estado en cuanto a población en carencia material severa no supone ningún alivio para las personas afectadas.

Es noviembre, el día se acorta y las temperaturas bajan. Este fenómeno tan natural, lamentablemente, supondrá un quebranto en las economías o en la salud de las personas más vulnerables. Un 4,5% de la población en Navarra, según el informe AROPE de la Red Europea de Lucha contra la Pobreza “No puede permitirse mantener la vivienda con una temperatura adecuada” y el hecho de que Navarra tenga la tasa más baja del Estado en cuanto a población en carencia material severa no supone ningún alivio para las personas afectadas.

El precio de la electricidad sube progresivamente, más del 8% en el último año y el gas natural también y se calcula (OCU) que este invierno calentar nuestra casa con gas natural será un 15 % de media más caro que la temporada pasada. Mientras tanto, el beneficio de las grandes eléctricas (Iberdrola, Endesa y Gas Natural) superó los 5600 millones de euros en 2017, un 3% más que el ejercicio anterior Entre las causas alegadas para el aumento del coste de la electricidad se encuentran el precio al alza de los combustibles fósiles (gas y carbón) y de los derechos de emisión de CO2 que se ha triplicado con creces en el último año.
Ambos aspectos nos debieran hacer reflexionar sobre el modelo energético global.

Por un lado, estamos atravesando el pico de extracción de los combustibles fósiles y es de esperar que cada vez sea más costosa su obtención. Por otra parte, para evitar que el calentamiento global sobrepase los dos grados de temperatura se establecen unos límites de emisiones que bien se pueden sortear comprando derechos de emisión a terceros (aumentando así el coste eléctrico).

Ante este panorama, queremos soluciones para quien padece pobreza energética y queremos cambiar nuestro modelo de consumo energético (menor consumo y de energías limpias). Debemos rechazar, por ejemplo, un proyecto derrochador de energía y que en nada mejora nuestras condiciones de vida como el TAV y debemos reclamar al mismo tiempo que Iberdrola, con sus 2.804 millones de euros de beneficios que logró en 2017, absorba el impacto del aumento del precio la electricidad.

No a la pobreza energética!! Por un cambio de modelo energético!!