No molesta, lo que no se ve
https://ekinklik.org/es/ultimas-coberturas/749-#sigProId72ebbc607b
¿Hace falta que veamos la imagen de una persona ahogada para remover nuestras conciencias?
Con esta acción lo que hemos querido es precisamente acercar esa imagen a nuestra ciudad. Porque quizá lo que haga falta sea eso, que se remuevan las conciencias. De una maldita vez.
Mirarse en el mar o mirarse en el espejo supone hoy un ejercicio peligroso para la Europa Fortaleza. Ya que los datos son abrumadores: más de 5.000 personas se han ahogado en las costas europeas el pasado año por la pasividad de la Unión Europea.
https://ekinklik.org/es/ultimas-coberturas/749-#sigProId72ebbc607b
¿Hace falta que veamos la imagen de una persona ahogada para remover nuestras conciencias?
Con esta acción lo que hemos querido es precisamente acercar esa imagen a nuestra ciudad. Porque quizá lo que haga falta sea eso, que se remuevan las conciencias. De una maldita vez.
Mirarse en el mar o mirarse en el espejo supone hoy un ejercicio peligroso para esta Europa Fortaleza. Ya que los datos son abrumadores: 360.380 personas llegaron a Europa a través del mediterráneo y más de 5.000 personas se han ahogado en las costas europeas el pasado año.
Estas muertes no son un efecto de la guerra que expulsa a las personas de sus países, ni del hambre que obliga a la gente a emigrar, sino del comportamiento vergonzoso de la Unión Europea, responsable de los naufragios y las muertes.
La UE ha reubicado a sólo 8.741 de las 160.000 personas que se había comprometido a redistribuir desde Grecia e Italia antes de septiembre de 2017.
Por su parte, el Gobierno Español se ha comprometido a recibir a 17.387 personas refugiadas, pero hasta ahora sólo 687 han llegado a España, o sea, menos del 5%.
España ha presupuestado 200 millones de euros para financiar la llegada de estos refugiados, así que no estamos hablando de un problema económico, sino de una clarísima falta de voluntad política.
En Navarra, sólo han llegado 17 de las 300 personas a las que se iba a dar acogida, a pesar de que la sociedad y diversas instituciones han mostrado su disposición a ampliar el número de personas acogidas. Europa y el Estado español siguen siendo un gran muro contra el que se estrellan, muchas veces perdiendo la vida, millones de personas.
Algunas se escudan en el viejo argumento de que, aunque no estamos de acuerdo, no podemos saltarnos las leyes. Cuando precisamente son los propios Estados los que incumplen de manera reiterada sus acuerdos en materia de Derechos Humanos, como los derechos a la libre circulación y al asilo.
Ante esta clarísima la falta de voluntad política que da la espalda a la ciudadanía, la desobediencia se convierte en una respuesta válida y necesaria ante el asesinato legal de miles de personas en el Mediterráneo. Por eso las organizaciones sociales y la ciudadanía tenemos derecho a desobedecer trayendo a las personas migrantes y haciendo de Euskal Herria una tierra de acogida..