La visión de ellas
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Desde Ekinklik, queremos mostrar algunas de las mejores fotografías de la historia capturadas por fotoperiodistas, y así recordar a estas grandes olvidadas de la fotografía que nos han dejado huella con sus imágenes. Queremos recordarlas a ellas, y a todas las compañeras que, con sus instantáneas en la denuncia y en el activismo político, nos encontramos en las calles.
El 4 de marzo de 1888 el periódico neoyorquino Daily Graphic publicaba por primera vez una fotografía. Y con esa imagen nacimos los fotoreporteros... y las fotoreporteras.
Muchas fueron y son las mujeres que han hecho de la pasión de la fotografía su trabajo, saliendo a las calles para realizar sus reportajes.
Una de las más destacadas fue Dorothea Lange, que llevó el objetivo de sus cámaras de su estudio a las calles. También Hansel Mieth y Margaret Bourke fotografiaron las calles llenas de indigentes y parados en la Gran Depresión, estas últimas fueron las dos únicas mujeres que entraron en la nómina de la revista Life en aquella época.
El estallido de la Guerra Civil española atrajo al fotoperiodismo. Esta fue la primera Guerra profusamente registrada en los medios, aunque no se conoce a ninguna reportera española que cubriera la misma. Sin embargo, fueron varias las fotoperiodistas que vinieron de otros países como Tina Modotti, Kati Horna y Gerda Taro. Estas mujeres eran dueñas de unos ojos libres de los prejuicios masculinos a la hora de retratar una guerra, y los usaron para posar su mirada sobre los efectos olvidados que la barbarie causaba en la retaguardia.
El retrato de las guerras ya había llamado la atención de las fotógrafas, pero con el comienzo de la II Guerra Mundial, fueron muchas las mujeres que pidieron ir al frente o simplemente marcharon por su cuenta. Lee Miller fue corresponsal de guerra para la revista Vogue; sus fotografías documentaron, tanto la vida de las mujeres en la retaguardia, como los horrores de los campos de concentración.
Otra fotógrafa que capto sus imágenes en el frente fue Therese Bonney, que en 1943 publicaría el libro Europe´s children (Niños de Europa), donde retrata con crudeza la situación de los niños en guerra.
Algunas como Dickey Chapelle, se las ingeniaron para ser corresponsales de guerra con los Marines, trabajando para revistas como National Geographic. Con ellos fotografió la batalla de Iwo Jima y Okinawa. Posteriormente, en apenas tres años, cubrió las guerras de independencia de Argelia y las revueltas del Líbano y Hungría.
Margaret Bourke, estuvo acreditada por Life en la fuerza aérea estadounidense para fotografiar la II Guerra Mundial. Ello le valió el título de primera mujer reportera de guerra, aunque este no es del todo justo, considerando que Gerda Taro ya había dado su vida tomando fotografías en la guerra civil española. Solo dos años después de finalizar la II Guerra Mundial, el mundo del fotoreportaje y la fotografía documental pivotaría sobre la Agencia Magnum. Viendo como Eve Arnold se convertía en la primera mujer en entrar en la Agencia.
Tampoco podemos olvidarnos de la fotógrafa catalana Pilar Aymerich que en los años 60 y 70 tuvo que lidiar con la censura de la dictadura de Franco. Fue famoso su trabajo sobre los catalanes que estuvieron presos en campos de concentración en la II Guerra Mundial, en colaboración con la escritora Montserrat Roig.
Tres jóvenes fotorreporteras francesas hicieron de París el centro del fotoperiodismo mundial en los sesenta, abasteciendo de fotografías sobre todos los conflictos bélicos a las agencias.
Una de ellas fue Francoise Demulder, que durante los primeros meses de la guerra civil fotografió en Beirut como los falangistas cristianos expulsaban a los palestinos del barrio de Karantina (Quarantaine). Por una de estas fotografías obtuvo el prestigioso premio World Press Photo, convirtiéndose así, en la primera mujer en obtener el preciado galardón.
Junto con ella Catherine Leroy, en 1976, fue la primera mujer que recibió el premio Robert Capa por la cobertura de las luchas callejeras en Beirut.
Y Christine Spengler fotoreportera que cubrió las guerras de Camboya, Nicaragua, El Salvador, ...
En este punto queremos hacer memoria de otras muchas fotógrafas desconocidas o anónimas y de las que no nos queremos olvidar, colegas de cámara que nos acompañaron y que siguen acompañándonos en las calles. Y que han conseguido con sus instantáneas que lo que hubiese pasado desapercibido se convierta en pequeños trozos visuales de historia.
Las imágenes de esta galería no han sido tomadas por el equipo de Ekinklik, y son propiedad de sus autoras