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Ayer 15 de mayo, en Iruñea varios colectivos realizaron una concentración en apoyo al pueblo palestino, en el Día de la Nakba.
Nakba significa catástrofe y es la palabra con la que los árabes se refieren a lo ocurrido en Palestina en 1948: el año de la Nakba, el año de la catástrofe, así lo vivió la población palestina, una catástrofe que arrolló sus vidas, les arrebató sus casas, sus campos, los paisajes de la infancia, los condenó al exilio, los convirtió en refugiados. Sin embargo, el término Nakba no es el adecuado para describir lo que ocurrió en Palestina en aquellos meses previos y posteriores a la creación del estado de Israel porque lo que ocurrió entonces no fue un tsunami ni un terremoto sino una operación de limpieza étnica. No fue una catástrofe sino un crimen.

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Patxi Ruiz presoari elkartasuna adierazteko kontzentrazio jendetsua Txantrean.
Gaur bere laugarren eguna bete du gose eta egarri greban. Txantreako bizilagun asko bildu dira Ezkaba Plazan bere auzokideari elkartasuna adierazteko. Segurtasun neurri guztiak betez, presoaren egoera larriaz ohartarazi nahi izan dute.

 

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Texto: Helena Bengoetxea para el Salto

Karrikaluze es la emisora que vecinas y vecinos de las calles Calderería y San Agustín, en el Casco Viejo de Iruñea, han creado en pleno confinamiento. Tardes de bingo, cine al aire libre, canciones de cumpleaños, concursos infantiles o llamadas a la solidaridad, todo se puede dinamizar en esta radio improvisada en tiempos de pandemia.

Cuando llegó el covid-19, el vecindario de esta parte del Casco Viejo de Iruñea se movilizó rápidamente para mantener su comunidad como hasta ahora y, al mismo tiempo, apoyarse mutuamente en tiempos difíciles. Con una parrilla de apenas una hora, Karrikaluze emite diariamente para todos los hogares de estas dos calles con pisos pequeños en su mayoría y perfil bastante ecléctico: parejas con críos, gente joven compartiendo piso, personas mayores de toda la vida y muy poca gente que vive sola, por el alto precio de los alquileres. Muchas vecinas y vecinos de Calderería y San Agustin han descubierto, gracias al confinamiento, las posibilidades —y las ventajas— de trabajar y divertirse en colectivo.

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La pandemia del coronavirus va remitiendo dando pasos hacia la gran crisis social que se avecina: recortes salvajes en servicios básicos para la población, agudización de la precariedad laboral y del paro, privatizaciones masivas, incremento generalizado de la pobreza y al mismo tiempo ganancia exponencial de fondos de inversión buitres y especuladores sin escrúpulos.
Mientras tanto, y a pesar de los pesares, las obras del TAV continúan en Navarra más fuertes que nunca: 4 tramos de obras que totalizan algo más de 30 km. avanzan a un ritmo frenético. Retroexcavadoras, camiones volquetes, perforadoras y apisonadoras  a todo trapo  como si no hubiera un mañana: política de tierra quemada.
No hay respiradores, ni mascarillas, ni test fiables para la población pero las obras del TAV que no paren, no vaya a ser que las elites lleguen 10 minutos tarde a su reunión de trabajo.
No habrá empleo digno para todas, ni  servicios sociales de calidad, ni ayudas para los sectores más desfavorecidos, pero que la cúpula de ejecutivos, politicastros, banqueros y especuladores no se preocupe, porque  después de cargarse el tren de la plebe, si se empeñan, acabarán teniendo su tren veloz.
El coronavirus no es más que un síntoma de la crisis ecológica global que nos conduce al colapso civilizatorio.
Seguid, seguid, malditos con las obras de grandes infraestructuras como el TAV que nos acercan más rápido al colapso final. ¡¡¡Por un fin del mundo sostenible!!!
AHT GELDITU! NAFARROA