Ayer tubo lugar en Iruñea una nueva manifestación en contra del TAV. El elefante blanco, símbolo internacional de las grandes infraestructuras destructoras, despilfarradoras, impuestas e inútiles, ha vuelto a salir a las calles. En esta ocasión, se ha querido denunciar el continuo derroche de dinero público en estas obras en todo Euskal Herria y más en concreto 350 millones de € de fondos europeos Next Generation para proseguir en Navarra con el tramo Tafalla -Campanas y el puente de Castejón sobre el Ebro. Es un auténtico rescate al TAV mediante financiación pública europea que no saldrá gratis. Al contrario, supondrá engordar la deuda pública y agudizar la política de recortes para los próximos años.
Se ha hizo hincapié en la afección del TAV al ámbito de los cuidados, que como quedó de manifiesto en la pasada huelga general feminista es un sector mayoritariamente privatizado, precarizado y feminizado. En plena crisis eco-social, también se ha subrayado la importancia del cuidado de la tierra como salvaguarda de la vida. Proyectos como el TAV atentan directamente contra el futuro.
Al finalizar, en tono de parodia Mariatxi Fite ha presentado la nueva iniciativa del Gobierno de Navarra CAV (Cuidados de Alta Velocidad) y ha tenido lugar una teatralización del día a día de las residencias de ancianos.